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Pongamos un rostro detrás de los hechos y una historia detrás de las estadísticas.

Tu historia puede ayudar a desafiar un sistema para que sea mejor para todas las mujeres.

Durante años, la ciencia y los cuidados de la salud han pasado por alto las necesidades de las mujeres, dejando de lado sus voces e historias y creando un sistema que ahora no está preparado para abordar los problemas de salud de las mujeres. Es hora de que el mundo escuche a las mujeres.

¿Qué experiencia, desafío u obstáculo has enfrentado a lo largo de tu camino de cuidados de la salud que te hace querer cambiar la manera en que se aborda la salud de la mujer?

¿No sabes por dónde empezar? Lee la siguiente historia para inspirarte.

Siempre tuve menstruaciones dolorosas. Les temía cada mes. Cuando era joven, todos mis médicos siempre dijeron que era normal, que algunas mujeres tenían menstruaciones con dolores más intensos que otras. Recién al llegar a la universidad, cuando comencé a hablar con amigas sobre eso, me di cuenta de que no era normal. Fui a ver a un ginecólogo especialista en estos temas y me diagnosticó endometriosis. Nunca había oído hablar de endometriosis. Mi vida cambió después de eso.

Cuando era joven, mi abuela sufrió un ataque al corazón. Mi padre la llevó inmediatamente al hospital. El médico le dijo a mi abuela que había tenido mucha suerte por sobrevivir. Ella había comenzado a tener síntomas unas semanas antes, pero le restó importancia y demoró su visita al médico. Sus síntomas eran diferentes de los que normalmente escuchamos. Descubrimos mucho después que los síntomas de las mujeres no son los mismos que los de los hombres. Si lo hubiera sabido, habría recurrido al médico antes.

Crecí y vivo rodeada de ciencia. He trabajado en el sistema de la salud durante la mayor parte de mi vida. Mi madre es médica y mi hermana es enfermera. A todas nos apasiona hacer que la vida de las personas sea más saludable y mejor. Pero las tres siempre hemos estado de acuerdo en una cosa: las mujeres están significativamente infrarrepresentadas en la atención médica. Los jefes de mi madre casi siempre eran hombres, al igual que los míos y los de mi hermana. Eso creó ,y sigue existiendo hoy en día, una amplia diferencia entre la manera en que nosotras (las mujeres) percibimos la salud y la manera en que los hombres lo hacen.

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¿Qué ocurrirá con mi historia?

De enero a marzo de 2023, recopilaremos historias de mujeres de todo el mundo. Publicaremos todas las historias que se adhieran a nuestra política comunitaria y las presentaremos en nuestro sitio web, donde una selección de historias también será ilustrada por artistas femeninas para dar vida a las historias.

Nos hemos embarcado en un ambicioso camino para ayudar a impulsar el cambio y construir un sistema de salud más equitativo para las mujeres. Únete a nosotros en este viaje hacia el cambio. Comparte tu historia.